lunes, 1 de marzo de 2010

Si tienes éxito como directivo es que estás neurótico


No hay tutía.

No hay excepción.

No conozco ni he conocido a ningún directivo que triunfe en una organización y que no tenga una neurosis significativamente avanzada.

Para triunfar en las organizaciones es imprescindible desarrollar las fijaciones, los mecanismos defensivos y las compulsiones inconscientes que conforman nuestra secuestradora coraza caracterológica.

Para triunfar en las empresas es necesariamente imprescindible ensanchar y radicalizar algunos de los siguientes componentes neuróticos: nuestra deriva obsesiva, nuestra impulsividad compulsiva, nuestra manipulación seductora, nuestra inautenticidad vanidosa, nuestra envidiosa competitividad, nuestro asilamiento esquizoide, nuestra acusación paranoica, nuestro embaucamiento narcisista, nuestra confrontación antisocial o nuestro masoquismo autoabandónico.

Pero claro, como todo eso se manifiesta fundamentalmente desde nuestro inconsciente, y como ese mundo inconsciente es opaco a nuestro rol directivo, sobrellevamos nuestra neurosis, esa que se encuentra en estado avanzado, totalmente ajenos a ella.

Ajenos hasta que nos quebramos, nos encontramos con nuestra sombra y nos vemos obligados a abordar la insoportable y dolorosísima tarea de enfrentarnos a ese monstruo interior que hemos cultivado para sobrevivir.

Entonces, amigo, como decía mi abuela, la cosa toma otro cariz…

He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El disfraz que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era
y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz,
lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido…

Fernando Pessoa

4 comentarios:

gallas dijo...

Me encantó. Es un trabajo en los limites. De la organización, de las funciones, en la relación,... Y a los lugares frontera llegan informaciones contradictorias continuamente y con mucha rapidez. Hay diferentes maneras de permanecer en ese lugar. Uno de ellos se parece bastante a una neurosis florida. En algún caso, roza la psicosis, que es por donde le leía yo a Pessoa. Muchísimas gracias.

Juan Palacios dijo...

Mi gratitud Gallas por tu comentario.

Es un placer saber que te pasas por aquí y que compartimos sensaciones y miradas.

Un abrazo de corazón.

Nacho Muñoz dijo...

Gracias por compartir estos deliciosos pensamientos, Juan.

¿En todo caso, no crees que cabe la posiblidad de tener éxito como directivo sin llegar a la neurosis? De otro modo: ¿no es posible la existencia de una estructura organizativa cuya finalidad no sea estrictamente la del crecimiento económico continuo, y todo el complejo sistema de competencias y competiciones inherentes que provocan al directivo esa neurosis?

Quizá en ese escenario hipotético no sea necesaria la anormalidad psicológica para tener éxito.

Un abrazo y gracias de nuevo.

Albert Einstein dijo...

M'ha agradat MOLTISSIM el teu article perquè creia que estava sol pensant això.

Ara fa un any vaig posar en pràctica un concepte que en anglès es diu "downshifting", que vol dir, fer un pas enrere voluntari en la carrera professional.

Jo vaig ser directiu d'una important empresa de Barcelona, però ara ja no ho sóc. Cobro molts menys diners, però guanyo molt més en d'altres coses.

La raó per la qual vaig fer aquest pas enrere va ser (entre d'altres raons) perquè per a poder fer bé la meva feina, havia de ser una persona que no m'agradava. Veia que els meus superiors eren encara pitjor. Amb el temps em vaig adonar que jo no era així, ni sabia ser-ho ni volia aprendre a ser-ho. Em suposava un esforç massa gran i xocava amb els meus principis com a persona i com a gestor.

Vaig posar en dubte el concepte "carrera professional" i "creixer professionalment"... i em vaig adonar que en un cert punt aquestes gràfiques s'allunyaven de "ser millor persona".

Downshifting va ser la solució. Des d'una posició molt més tranquil.la i apartada de la direcció tracto a la meva gent com crec que han de ser tractats i deixo que siguin d'altres els que es transformen en males persones per a poder fer la seva feina.

Am el temps estic madurant la idea de deixar de treballar per a tercers i establir-me pel meu compte, amb les meves regles de conducta. De vegades em sona naïf, però em sona la mar de bé.

Una abraçada.

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